El sufrimiento de nuestras poblaciones migrantes ha aumentado en los últimos años: Es una migración forzada y desprotegida.
Son muchas las causas de la migración de nuestros países, pero las más determinantes son “la desigualdad y la pobreza, a consecuencia de situaciones socioeconómicas, socioambientales y socioculturales que se expresan en el desempleo, la ausencia de servicios básicos, la degradación ambiental, la crisis climática y la marginalización de grupos étnicos, así como la inestabilidad política”, son algunas de las reflexiones realizadas por quienes participan en el Encuentro de Obispos y Referentes de Refugio y Migración junto con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede.