Río San Sebastián en La Unión, contaminado con drenaje ácido, resultado de la explotación minera en la zona.

El 59.2 por ciento de la población salvadoreña considera que El Salvador no es un país apropiado para hacer explotación minera metálica, así lo demuestra la encuesta del Instituto Universitario de Opinión Publica (IUDOP), de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA).

La investigación la realizó el IUDOP entre el 5 y el 17 de diciembre del 2024. Según la encuesta los salvadoreños en un 78.8 por ciento consideran, además, que es muy peligroso vivir en las cercanías de una mina. Sin embargo, la Asamblea Legislativa de El Salvador, sin tomar en cuenta el sentir de la población salvadoreña, el 23 de diciembre del 2024 decidió aprobar la Ley General de la Minería Metálica que permite la exploración y explotación minera en El Salvador.

Esta nueva investigación sólo viene a reiterar la opinión de la población salvadoreña que en encuestas anteriores había reflejado similares resultados de rechazo y preocupación sobre que en el país se permita la explotación minera metálica. Por ello en el 2017 los diputados que constituían en ese entonces la Asamblea Legislativa, respetando el sentir de las y los salvadoreños, y luego de debates, estudios y expresiones públicas de la población en contra de que se permitiera esta actividad económica, aprobaron una ley que prohibía en el territorio salvadoreño la explotación minera metálica.

El río San Sebastián en Santa Rosa de Lima, La Unión, despues después de más de100 años de explotación minera en la zona continúa contaminado por el drenaje ácido. (Ver vídeo)

Son muchos los estudios realizados alrededor del mundo que demuestran el severo daño que causa al medio ambiente (agua, suelo, aire) la explotación minera metálica y otros tantos que reflejan la afectación a la salud de las personas, así como la afectación a sus medios de vida y su arraigo social y cultural. Los diputados del partido mayoritario de la Asamblea Legislativa argumentan que permiten de nuevo la explotación minera para impulsar el desarrollo económico, argumento también ampliamente rebatido científica y empíricamente en aquellos lugares donde esta actividad se realiza o ha realizado.

Los Obispos de El Salvador han expresado también su preocupación y en el título de su comunicado emitido el 12 de diciembre resumen de manera excelente el sentir de las y los salvadoreños: LA VIDA Y LA SALUD NO TIENEN PRECIO. En menos de 12 días la Conferencia Episcopal de El Salvador reiteró su rechazo a la explotación minera metálica con dos comunicados, en los que dejan en claro su preocupación y su apoyo a la población salvadoreña. Esta postura ha sido respaldada por sacerdotes, religiosas, religiosos, laicos, organizaciones católicas, como la Red Eclesial Ecológica Centroamericana (REMAM), organizaciones de la sociedad civil, y más de la mitad de la población como lo refleja la encuesta del IUDOP.