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Dispongamos un corazón hospitalario para migrantes y refugiados
Estamos conscientes de las difíciles situaciones sociales que atraviesa El Salvador, dijo en su homilía el vicepresidente de Cáritas, Monseñor Samuel Elías Bolaños, sin embargo “es una lástima que tantos hermanos tengan que dejarnos, que tantos hermanos tengan que buscar otros horizontes”. El Obispo de la Diócesis de Zacatecoluca hizo además un llamado a reflexionar sobre qué tipo de sociedad se está favoreciendo. “Debemos seguir trabajando para “que este sea un país de posibilidades, que pueda atender a todos los suyos y que no tengan que seguir saliendo” dijo el Obispo y añadió: “Debemos trabajar primero por favorecer la paz y luego tender la mano a aquellos hermanos que necesitan de nuestra solidaridad, a aquellos que necesitan refugio”.
El vicepresidente de Cáritas de El Salvador exhortó al compromiso de todos, pero principalmente de los cristianos. No es lo poco o lo mucho que se pueda hacer lo que importa, expresó, lo que importa es que “lo que podamos hacer lo hagamos de corazón, un corazón hospitalario, generoso, que tratemos con dignidad” al extranjero que está entre nosotros. “Debemos trabajar para que nuestra gente se sienta con agrado en nuestro país. Debemos unirnos en la acción, en la actitud de recepción de los migrantes que el Papa nos pide, para que en nuestra patria nadie se sienta extranjero, que todos se sientan como en su casa”, manifestó Bolaños.
La actividad inició con la Eucaristía y luego continuó con un almuerzo en el que los invitados principales fueron refugiados y migrantes llegados de países como Honduras, Nicaragua, Guatemala y Colombia. Durante el almuerzo el Director Nacional de Cáritas, Antonio Baños, explicó que esta actividad se enmarca en el día internacional del refugiado como parte de las acciones que Cáritas realiza a nivel mundial dentro de la campaña “Compartiendo el Viaje” (2017-2019) y en la semana de acción global que se lleva a cabo del 17 al 24 de junio de 2018. Esto encaminado a romper barreras que rechazan, en diversos países del mundo, a los migrantes y refugiados. “Estamos dispuestos a hacer lo mejor por los migrantes y refugiados” dijo Baños, al tiempo que invitaba a los participantes a “compartir la mesa”, como un gesto simbólico (ante la imposibilidad de hacerlo con todos) de acercamiento y solidaridad con quienes por diversas circunstancias se han visto en la necesidad de salir de sus lugares de origen y que se encuentran en El Salvador.
La iglesia anima a través de la campaña “Compartiendo el Viaje”, a personas, familias, comunidades y parroquias a realizar acciones que generen un acercamiento entre ellos y sus hermanos migrantes y refugiados. Así Monseñor Bolaños en su homilía exhortó a que “ese compartir el viaje que estamos celebrando, nos permita tener un corazón solidario, hospitalario y generoso para con todos”.