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1er Encuentro sobre el Derecho Humano a la Alimentación en El Salvador
Cáritas El Salvador y Catholic Relief Services El Salvador (CRS) llevaron a cabo el 1er Encuentro sobre el Derecho Humano a la alimentación donde participaron agricultores de la zona oriental, instituciones de gobierno central, departamental y municipal, estudiantes y personal de las instituciones Caritas y CRS El Salvador. En el mismo se conversó sobre el derecho universal de todos los seres humanos a la alimentación adecuada y el derecho de vivir libres del hambre. Se contó con la participación de la Procuradora Adjunta para la Defensa de los Derechos del Medio Ambiente, Lic. Ana Guevara, quien habló de la situación de los DDHH en el país con énfasis en el Derecho Humano a la Alimentación. (Ver vídeo)
El evento fue presidido Antonio Baños, Director Nacional de Caritas El Salvador, Holly Inurreta, Representante de país de CRS; Pbro. Oscar Romero y Marvin García, Director y Sub director de Cáritas, respectivamente, en la Diócesis de San Miguel. Cáritas y CRS también presentaron las diversas respuestas que han brindado para poder aliviar la situación de inseguridad alimentaria por fenómenos naturales como sequías e inundaciones, especialmente en el corredor seco. El encuentro se llevó a cabo en la ciudad de San Miguel el 10 de diciembre de 2019.
En agosto de 2019 realizaron un estudio que evidenciaba que las necesidades prioritarias de los hogares eran 81% alimentos, 33% insumos agrícolas y el 32% agua. Por ello, entre las medidas tomadas se encuentra la transferencia de efectivo a más de 3 mil familias afectadas, entrega de kits de alimentos, acciones de mitigación y el fortalecimiento de capacidades a agricultores enfocado en economía familiar, uso de alimentos alternativos y la reducción de vulnerabilidades de cultivos, a través de prácticas de agricultura, suelo y agua.
A pesar de que El Salvador es firmante de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales establecidos por la ONU, aún no se reconoce constitucionalmente el Derecho a la Alimentación en el país.
“Para poder terminar con todas las formas de hambre y desnutrición se necesita promover prácticas agrícolas sostenibles a través del apoyo a los pequeños agricultores y el acceso igualitario a la tierra, la tecnología y los mercados. Además, se requiere el fomento de la cooperación internacional para asegurar la inversión en la infraestructura y la tecnología necesaria para mejorar la productividad agrícola” afirmó Holly Inurreta.
En el 2019, la mesa de cambio climático de El Salvador afirmó que la agricultura familiar está amenazada. El 82% de las unidades productivas del país son de agricultura familiar de subsistencia y el 17% comerciales. Los productores de sobrevivencia contribuyen con un 70% de la producción nacional de granos básicos y la agricultura familiar de subsistencia contribuye con el 74% de la producción nacional de maíz, 70% de sorgo, 78% de frijol y 6% de arroz.
A pesar de la contribución fundamental de las fincas pequeñas a la producción alimentaria nacional (90% para el frijol y 84% para el maíz) éstas se están perdiendo rápidamente, y las fincas con mega cultivos industriales (caña de azúcar, algodón) se están expandiendo. Dicha tendencia aumentaría aún más la dependencia alimentaria y pérdida de soberanía alimentaria del país.
Las organizaciones realizaron algunas recomendaciones en el marco del encuentro
- En el marco del día mundial de los derechos humanos, demandamos a las partes involucradas para que se reconozca en la Constitución salvadoreña el derecho humano a la alimentación.
- Priorizar la producción agropecuaria nacional y local para alimentar a la población, fomentando la aplicación paulatina de los principios y valores de la agroecología, diseñando y operando sistemas agropecuarios y alimentarios alternativos.
- Facilitar a las familias campesinas y comunidades rurales el acceso a tierra, territorios, agua, semillas nativas y créditos alternativos o comunitarios.
- Garantizar el derecho de los campesinos a producir alimentos y el derecho de los consumidores a decidir lo que consumen, la forma de consumir, el origen de lo que consumen y la forma de producir lo que consumen.
- Garantizar derecho de los Estados a protegerse y defenderse de las importaciones agrícolas y alimentarias vendidas a precios inferiores al precio de mercado o al costo de producción;
- El reconocimiento y respeto a los derechos de las productoras que desempeñan un papel esencial en la producción alimentaria.
- Promover una agricultura de conservación para restaurar suelos, proteger recursos hídricos y hacer más resiliente a los pequeños productores ante el cambio climático.
Otros datos:
- La agricultura familiar cuenta con 29% de la tierra cultivable, siendo arrendadas el 49.19% de las unidades agrícolas familiares. Del total de explotaciones agrícolas el 68% tienen entre 1 y 2 manzanas (Mz) de tierra y el 85%, entre 1 y 4 Mz.
- El 98.27% de productores de las unidades agrícolas familiares no están asociados, el 1.38% pertenecen a cooperativas y el 0.35% pertenecen a grupos comunales con o sin apoyo de ONG.
- La tierra agrícola en El Salvador es de 928 mil hectáreas, distribuida en 396 fincas. El 82.1% (325) son menores de 2 hectáreas, y en fincas pequeñas es del 29% (269 mil ha). Su aporte a la producción alimentaria nacional es 90% para el frijol y 84% para el maíz.
- La evidencia demuestra que estás prácticas son efectivas. Durante la sequía del 2018, observamos que agricultores que aplicaron prácticas ASA en sus cultivos, lograron un 25% más de productividad en oriente y un 50% en occidente, pese a que hubo una sequía extrema.