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Pese a que El Salvador cuenta con herramientas jurídicas nacionales e internacionales la degradación ambiental sigue galopante.

| Cáritas Nacional/I.Vallecillo

DSC02587“Rehabilitar y restaurar ecosistemas degradados y promover la recuperación de especies amenazadas debería ser una de las principales apuestas del Estado”, fue una de las recomendaciones surgidas del foro sobre biodiversidad y cambio climático, que analizó este tema en relación los marcos legales existentes.

DSC04791Si bien se reconoce que el Gobierno ha realizado acciones que buscan sobre todo la reforestación de algunas áreas, “lo que se hace no es suficiente”, plantearon expertos como la Bióloga Maritza Erazo, quien considera que el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ha anunciado que ha recuperado unas 60 hectáreas, “eso no es posible”, debido a la complejidad que conlleva la recuperación de un ecosistema. Para que esto suceda se necesitan décadas de trabajo y cuido, dijo Erazo. “A sembrar caña no se le puede llamar restauración”, añadió.

DSC04792Para esta bióloga el problema no está en la ausencia de leyes o reglamentos, “estos existen”, manifestó, tanto en el plano nacional como internacional. Sin embargo “aunque algunas medidas están contempladas en las leyes, aún se está pensando cómo echarlas a andar, cuando ya deberían estar en práctica”, explicó.

DSC04794En este foro se sostuvo que es importante contar con programas de adaptación que permitan mejorar la resiliencia de los ecosistemas, para que puedan soportar mejor los impactos del cambio climático, pues como ya se ha dicho en reiteradas ocasiones El Salvador es altamente vulnerable a los efectos de este fenómeno. En el 2017, debido al aumento de la temperatura, la cantidad de hectáreas quemadas por incendios forestales han aumentado considerablemente, se informó. Otro ejemplo brindado, producto de esta modificación en el clima, fue la plaga del gorgojo descortezador que afectó a 335 hectáreas de bosques de coníferas, que también se vieron afectados por los incendios.

Además se advirtió que al menos 620 especies se encuentran amenazadas o en peligro de extinción. Ante esto, explicó Erazo, “existe un andamiaje jurídico nacional e internacional, como el Convenio Sobre la Diversidad Biológica, que da herramientas para proteger nuestros ecosistemas”.

DSC04793“Rehabilitar y restaurar ecosistemas degradados y promover la recuperación de especies amenazadas debería ser una de las principales apuestas del Estado”, manifestó la experta, quien además agregó que es urgente realizar evaluaciones del impacto de las diversas acciones como la construcción de la presa el cimarrón.

Durante el foro se recordó que de acuerdo al Convenio sobre biodiversidad de Aichi, El Salvador para el año 2020 debe haber cumplido con las 20 metas establecidas en el mismo. Una de las cuáles es haber reducido a la mitad el ritmo de las pérdidas de todos los hábitats.

El Foro fue organizado por la Mesa de Cambio Climático de El Salvador, de la cual es parte Cáritas y el mismo se llevó a cabo el 5 de mayo con el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES América Central)