El Vía Crucis es una expresión de fe y de unidad, con el dolor y angustia de la población migrante (Vea Vídeo). También, es un llamado a la convivencia pacífica, a la esperanza, a la solidaridad con los migrantes golpeados por las leyes migratorias inhumanas y muros fronterizos que dividen naciones. Hoy, los migrantes mueren condenados y crucificados en la cruz al igual que Jesús, por las políticas antinmigrantes. (Vea fotos)

Desde el sueño de migrar a la pesadilla de la deportación, independientemente de su condición,los migrantes poseen dignidad y sus derechos deben ser respetados. Sufren malos tratos en los estados de origen, tránsito y destino.

El Papa Francisco, en el marco de los pactos globales, pide acciones concretas a favor de los migrantes en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar. Por ende, las políticas migratorias integrales, para atender al drama que viven las personas migrantes y refugiadas, proponemos 13 puntos a los Estados de El Salvador, México y Estados Unidos, a seguir: (Vea documento completo)

El Viacrucis fue organizado por el Colectivo por la dignidad humana, luchando por los más débiles y otras organizaciones que participan en el desarrollo de esta actividad que se realizó en el último viernes de cuaresma. El colectivo lo integran la Comisión de Justicia y Paz e Integridad de la Creación (JPIC), Conferencia de Religiosas y Religiosos de El Salvador (CONFRES), Pastoral del Migrante del Arzobispado de San Salvador, Red Internacional de Migración Scalabrini, Red Jesuita con migrantes (UCA), Cáritas El Salvador, Tutela de Derechos Humanos del Arzobispado de San Salvador.