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“La pobreza y la violencia son la causa” de los “éxodos” de salvadoreños.
Cuatro “éxodos” de salvadoreños han salido hasta el momento desde El Salvador, con la finalidad de terminar su recorrido en territorio estadounidense. Se estima que unas 2 mil setecientas personas han abandonado el país usando esta modalidad migratoria. (Ver Vídeo)
Todo parece indicar que esto continuará, reflexiona el responsable del tema migratorio de Cáritas de El Salvador, Julio Buendía, considerando que las “migraciones” se ha sucedido una tras otra en un lapso de cuatro semanas y que se rumora que ya se está gestando una quinta para los próximos días. “Cuando me preguntan cuáles son las causas que empujan a las personas o a familias enteras a emprender esta forma de migrar respondo que son: la pobreza y la violencia”, sostiene Buendía, refiriéndose a los motivos que impulsan esta modalidad masiva de migración, que iniciara en El Salvador, con un primer grupo el pasado 28 de octubre, siendo hasta la fecha cuatro los “éxodos” que han partido desde la plaza Las Américas (conocida como plaza Divino Salvador del Mundo). Según la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME), en estas cuatro caravanas unas 2 mil 719 personas han abandonado el país. Esta cifra incluye mujeres, hombres, niñas, niños y adultos mayores. Las personas abandonan su tierra en forma individual e incluso grupos familiares completos.
Las redes sociales han jugado un papel importante para lograr la convocatoria a estas personas que toman la decisión de abandonar su patria en busca de mejores oportunidades, sin importar los riesgos a los que puedan exponerse. Estas personas encuentran en esta modalidad migratoria una oportunidad de poder alcanzar finalmente la frontera de Estados Unidos, frente a la otra forma que por décadas han utilizado miles de salvadoreños para viajar hacia el norte, contratando los servicios de los llamados “coyotes”, personas que trafican con personas. “Si uno contrata un “coyote” es carísimo y yo no tengo ese dinero”, dice Iván R. quien partió de San Salvador y salió del país por la frontera de la Hachadura, en la segunda “caravana” el 31 de octubre, recorriendo los casi 122 kilómetros de distancia entre San Salvador y esa frontera, según comparte, pidiendo “aventones”. Iván, un hombre de 28 años, deja tras de sí una esposa y dos hijos, con la esperanza de “que Dios me haga el milagro de poder ingresar a los Estados Unidos para conseguir para mi familia mejores condiciones de vida”, comparte.
Isaac L. es un hombre de 23 años que también decidió aventurarse junto a otras decenas de salvadoreños para salir del país cobijándose con la “seguridad” de salir junto a un grupo de personas que comparten el mismo sueño: Llegar a los Estados Unidos de Norte América. “Salgo de esta forma porque para nosotros los jóvenes no hay oportunidades de trabajo, aunque tengamos estudios. Me voy por la situación que se vive en el país, sobre todo la delincuencia. Sólo agarré mis cositas y salí, no me despedí de mis padres, porque es difícil despedirse. Mi país por el momento no puede darme ese acogimiento de sentirme seguro y seguir luchando aquí”, afirma este joven que por equipaje lleva su guitarra, una pequeña mochila y un cúmulo de sueños que alimentan su esperanza, más allá de las dificultades que podría enfrentar en el difícil camino que tendrá que recorrer fuera de su patria.
Cáritas de El Salvador ha apoyado humanitariamente, velando porque las personas que salen del país por este medio, estén correctamente informadas, así como proporcionándoles agua, algunos alimentos o medicinas.
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