"La tierra es un don de Dios: ¡Cuidémosla Todos!" Es el llamado que hizo Mons. José Elías Rauda, a todas las personas, para que tomen conciencia del frágil equilibrio que hay en la naturaleza, el cual con mucha facilidad puede ser trastornado con actividades humanas como la explotación minera metálica. (Ver Vídeo) 

"No arrasar irracionalmente la fuente de la vida", señaló el Obispo de la Diócesis de San Vicente, Mons. Rauda, haciendo referencia a los daños irreversibles que ocasiona la explotación minera metálica, donde quiera que se realice. "Esto no es cuestión de izquierdas ni de derechas, es cuestión de vida o muerto" expresó el Obispo destacando que este tema afecta a todos, más allá de credos, posiciones políticas, etc.; sobre todo en un país como El Salvador, dijo, que está tan densamente poblado y en el que las fuentes de agua están ya severamente contaminadas y escasas.

 "Tenemos que ver los riesgos que implican los 27 permisos de exploración que han sido otorgados", porque luego puede llegar la explotación que sólo deja pobreza, "las empresas se llevan el oro, la riqueza y sólo dejan contaminación, enfermedad y pobreza en la comunidad, aclaró Mons. Rauda.

Debemos abrir los ojos ante este problema y ser sabios en nuestras decisiones, basándonos principalmente en la Palabra de Dios, acotó el Obispo de la Diócesis de San Vicente que sería una de las más afectadas de llegarse a permitir en El Salvador, la explotación minera metálica.

Las declaraciones las brindó el Obispo durante reunión sostenida con los sacerdotes de esta Diócesis a quienes, representantes de Cáritas explicaron la realidad que enfrentarían las y los salvadoreños de concretarse en el país la amenaza latente de la explotación minera. Para que este riesgo desaparezca es necesario que el país cuente con una Ley que prohíba esta actividad económica que, de acuerdo a diversos estudios científicos realizados, arrojaría más daños que beneficio a El Salvador.