Durante un acto lleno de emotividad, vivencias y alegría los 84 jóvenes, hombres y mujeres, recibieron en medio de aplausos y vítores sus respectivos diplomas que los acreditan como jóvenes graduados del programa Jóvenes Constructores (Vea fotos). Algunos de los graduados ya han retornado a sus estudios, otros ya se encuentran laborando o han iniciado un pequeño negocio.

"El aprendizaje que he tenido ha sido el poder trabajar en equipo y el poder confiar en las personas. Aprendí a esperar y saber que todo lleva un proceso. Aprendí a esforzarme más para cumplir y tener mis metas claras. Aprendí a poder tener un plan de vida y a tener liderazgo. Uno de mis logros es tener confianza en mí misma. Descubrí talentos que yo no conocía, descubrí que todo se puede lograr si te esfuerzas" dijo Kenia Yamileth Romero una de las jóvenes graduadas durante el acto de graduación, ella recibió su proceso de formación en la Sede de San Luis Talpa, las más antigua de las tres sedes. Ella a sus cortos 20 años, al igual que los otros 83 graduados, ha recuperado la confianza para continuar ahora con un nuevo plan para su vida.

Los 84 jóvenes provenientes de las sedes de los Municipios San Martín, Quezaltepeque y San Luis Talpa participaron en talleres técnico-vocacionales, así como habilidades para la vida, para el trabajo y refuerzo académico. Valioso resulta para el éxito del programa el involucramiento de las parroquias de estos Municipios, respectivamente: Parroquia Monte Carmelo, Parroquia Nuestra Señora de los Mártires y Parroquia San Luis Rey de Francia.

"En las colonias donde nosotros vivimos sabemos que lastimosamente son lugares marcados por la violencia, hoy en día es delito ser joven. Este grupo de jóvenes que hoy se gradúa algunos no tenían empleo, otros no estudiaban, otros preferían pasar en las calles. Jóvenes que ni siquiera se hablaban (provenientes) de distintas colonias aledañas. Un día una vecina me invitó (a participar en Jóvenes Constructores) y yo dije esto es lo que necesito", recuerda Denise Javier Rosales de 20 años de edad, miembro de la cohorte del Municipio de San Martín, quien ahora trabaja como panadero, dejando atrás los días en que, como él lo expresa, sólo pasaba en la calle sin aprovechar positivamente su tiempo.

"Necesitábamos un cambio en nuestras vidas y decidimos hacerlo. En mí se dio en la casa comunal de la Colonia San Andrés. Aprendimos a convivir y llevarnos entre todos. Tuvimos muchos logros. Nos enseñaron a guardar dinero, el auto ahorro, emprendedurismo y talleres para la vida. Gracias a Cáritas y Jóvenes Constructores ahora tengo un empleo: Yo soy panadero. Muchísimas gracias por brindarnos esta nueva oportunidad", expresa finalmente Denise Javier momentos antes de recibir su título que lo acredita como un Joven Constructor.

El Programa Jóvenes Constructores que busca fortalecer el tejido social en las zonas de riesgo promueve también la recuperación económica, además de dotar de las habilidades necesarias a los jóvenes para que tengan un camino más fácil para volverse productivos, ya sea mediante el retorno a la escuela, un empleo o desde la formación de pequeños negocios locales.

"Agradezco a Dios por permitirnos estar aquí. Agradezco a Cáritas y a CRS, a nuestros tutores por haber cambiado la visión de todos estos jóvenes y demostrarles a muchas personas que sí hay jóvenes que quieren cambiar el país, ser una mejor persona en la sociedad. Basta ya de la gente que piensa que todo joven es un delincuente, una escoria. No es así. Estamos mostrándole a la sociedad que los jóvenes de San Martin, San Luis Talpa y Quezaltepeque, somos jóvenes de bien y vamos a cambiar la visión de nuestro país", declara de forma Vehemente Kin Rafael Quijada representante de la cohorte del Municipio San Martín que tuvo a su cargo el cierre del acto de graduación.

"Hoy empieza nuestro futuro y la decisión está en nuestras manos de ser quienes realmente soñamos. No se conformen sólo con esto, hay muchas oportunidades que se nos están brindando. Hoy no vemos sólo la oportunidad de cambiarnos a nosotros mismos, sino también a otros jóvenes y ayudar a nuestra comunidad", exhortó finalmente Kin a sus compañeros, al tiempo que les recordaba los momentos vividos al interior de sus comunidades, siendo parte y líderes de acciones que beneficiaban a todos sus vecinos.

Cáritas El Salvador ha venido realizando un esfuerzo sistemático por apoyar a jóvenes en situaciones de riesgo, en este caso a través del programa de Jóvenes Constructores que busca darles una oportunidad a la población juvenil. Sin embargo Cáritas atiende más poblaciones juveniles a través de programas como el de Prevención de la Violencia. Jóvenes Constructores continuará atendiendo a más poblaciones juveniles de los municipios antes mencionados.

"Muchas gracias por este logro que hemos alcanzado. Ahora entiendo lo que significa que la decisión está en nuestras manos", dijo el representante de la sede del Municipio de Quezaltepeque, Sleizer Elmer Eliezer Manzanares otro de los jóvenes graduados.

Según estudio del 2015, realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los jóvenes que viven y crecen en zonas marginadas urbanas de El Salvador presentan altos grados de vulnerabilidad por estar expuestos a la violencia, lo cual les lleva a enfrentar grandes retos para una inserción socio-productiva positiva. Los jóvenes salvadoreños entre 15 y 29 años son más propensos a ser víctimas de homicidios; tienen una tasa de desempleo de más del doble que la de los adultos; 73% trabaja en la informalidad; y un 30% ni estudia ni trabaja.