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"Al fin tengo mi nacionalidad salvadoreña", después de 31 años.

| Cáritas Nacional/I.Vallecillo

"Es una gran alegría poder obtener por fin la nacionalidad salvadoreña. Ahora ya voy a poder trabajar como ingeniero que es lo que soy, antes no podía hacerlo porque no tenía documentos", expresa Alfonso Ramiro Navarro quien hasta el mes de junio de 2016 pudo ver realizado su sueño de alcanzar la nacionalidad salvadoreña.

"Es una gran alegría poder obtener por fin la nacionalidad salvadoreña. Ahora ya voy a poder trabajar como ingeniero que es lo que soy, antes no podía hacerlo porque no tenía documentos", expresa Alfonso Ramiro Navarro quien hasta el mes de junio de 2016 pudo ver realizado su sueño de alcanzar la nacionalidad salvadoreña.

Navarro, al igual que otros nicaragüenses, llegó a El Salvador en calidad de refugiado, en la década de 1980, huyendo de su país natal que atravesaba por una guerra civil y desde entonces había venido gestionando su nacionalidad salvadoreña sin ningún resultado positivo.

Hace un año, en junio de 2015, Cáritas se acerca a este grupo de refugiados iniciando su papel de socio del ACNUR y le da continuidad a un proceso que llevaba ocho o más años. Así en Junio de 2016, diez refugiados Nicaragüenses, entre ellos Alfonso Navarro, vieron culminado su sueño, que les permitirá gozar de todos los derechos y deberes de un ciudadano salvadoreño.

Este hombre de tez morena, curtida por el sol y el mar, llegó a El Salvador cuando contaba con sólo 19 años de edad, ahora a sus 50, después de 31 años de haber llegado a suelo salvadoreño manifiesta su alegría: "En El Salvador me han tendido la mano y me siento feliz de que nos hayan ayudado", expresa al tiempo que recuerda que llegó como refugiado en 1985. "Desde hace 31 años que venimos batallando por obtener la nacionalización" agrega.

"Me siento agradecido. Gracias a Dios ahora mis compañeros y yo ya tenemos nuestra nacionalidad de El Salvador. La verdad tenerla no es fácil ya hace años veníamos con esta lucha por tener los documentos. Ahora yo me puedo movilizar y buscar trabajo", manifiesta Domingo Almendarez otro de los refugiados que ahora, cuando ronda los setenta años de vida dice sentirse feliz por ser nacionalizado salvadoreño, después de 47 años de haber llegado a El Salvador huyendo de la guerra en Nicaragua.

Al menos una decena de nicaragüenses con domicilio en el departamento de La Unión obtuvieron recientemente su nacionalidad salvadoreña, algunos después de décadas de residir en El Salvador en calidad de refugiados. Esto gracias al esfuerzo conjunto entre Cáritas, en su calidad de socio de la Agencia para los refugiados de la ONU (ACNUR) y el Gobierno de El Salvador. Aún quedan cinco nicaragüenses y un hondureño pendientes, quienes ya están en su proceso de regularización. Una de ellos, sólo tiene la condición de refugiada y los otros ya son residentes permanentes.